Marco teórico





La escuela es un lugar de trabajo, en donde el estudiante pone a prueba todos sus conocimientos y habilidades, los cuales permiten a que se desarrollen como persona apta para la sociedad. En este sentido, la educación de los alumnos tiene que centrarse en modelos educativos específicos y actuales, los cuales influyan de manera adecuada en el proceso de enseñanza- aprendizaje.

Ahora bien, para conocer de mejor manera la influencia del modelo pedagógico tradicional en la motivación de los estudiantes, es importante estudiar a cerca de la motivación, sus tipos y su relación con la educación, como también la definición del modelo pedagógico tradicional y su relación con la motivación estudiantil. Todo aquello se detallará a continuación:

La motivación


La motivación es un aspecto de enorme relevancia en las diversas áreas de la vida, entre ellas la educativa y la laboral, por cuanto orienta las acciones y se conforma así en un elemento central que conduce a lo que la persona realiza y a qué objetivos se dirige.



Trechera (2010) explica que “el término motivación procede del latín motus, que se relaciona con aquello que moviliza a la persona para ejecutar una actividad” (p.25). De esta manera, se puede definir la motivación como el proceso por el cual el sujeto se plantea un objetivo, utiliza los recursos adecuados y mantiene una determinada conducta, con el propósito de lograr una meta.



De acuerdo con Valdés (2014):

…”la motivación es el conjunto de razones por las que las personas se comportan de las formas en que lo hacen. El comportamiento motivado es vigoroso, dirigido y sostenido” (p. 32).



Por su parte Ajello (2012), afirma que “la motivación debe ser entendida como la trama que sostiene el desarrollo de aquellas actividades que son significativas para la persona y en las que esta toma parte” (p.5)



La motivación es la fuerza que nos mueve a realizar actividades. Estamos motivados cuando tenemos la voluntad de hacer algo y, además, somos capaces de perseverar en el esfuerzo que ese algo requiera durante el tiempo necesario para conseguir el objetivo que nos hayamos propuesto. En el plano educativo, la motivación debe ser considerada como la disposición positiva para aprender y continuar realizando una determinada actividad de una forma autónoma, dependiendo de gran manera de las percepciones, expectativas y representaciones que tenga el estudiante de sí mismo, de la tarea a realizar, y de las metas que pretende alcanzar. (Sanabria, 2013)

Tipos de motivación.

Revee (1994) citado por Sanabria (2013) afirma que “una distinción que tenemos que hacer cuando estudiamos el tema de la motivación, es el lugar o sitio de origen de esa fuerza que impulsa al individuo. Así, que esta puede ser interna (intrínseca) o externa (extrínseca) a la persona” (pg.7).

Motivación intrínseca

Es aquella que trae, pone, ejecuta, activa el individuo por sí mismo cuando lo desea, para aquello que le apetece. Es, por lo tanto, una motivación que lleva consigo, no depende del exterior y la pone en marcha cuando lo considera oportuno.

La motivación extrínseca

Es aquella provocada desde fuera del individuo, por otras personas o por el ambiente, es decir, depende del exterior, de que se cumplan una serie de condiciones ambientales o haya alguien dispuesto y capacitado para generar esa motivación a partir de todo tipo de recompensa por realizar una determinada tarea.

Tres razones por la que el ser humano se decide a trabajar

De acuerdo con Carrasco & Baignol (1998) las razones por las que el sr humano decide trabajar son:

1.         Porque recibe algo como consecuencia directa de su trabajo: Motivación Extrínseca

2.         Por la satisfacción interna que siente al efectuar una acción: Motivación Intrínseca

3.         Por la necesidad que tienen otras personas de que él trabaje: Motivación Trascendente

Razones por las que el alumno estudia

De la misma manera Carrasco & Baignol (1998), mencionan que para el alumno su trabajo es el estudio, las tres razones que le impulsan a estudiar son:

1.-Motivacion Extrínseca: Porque estudiando puede hacer una carrera, ganar mucho dinero y vivir cómodamente.

2.- Motivación Intrínseca: Porque aprender cosas nuevas es algo apasionante y cada vez sabrá más.

3.- Motivación Trascendente: Porque si estudia, el día de mañana será más útil a la sociedad, además en este momento cumple con su deber.

Los niveles de motivación

Según Sanabria (2013), los tres niveles de motivación son:  Tener, Saber y Dar.

A los alumnos hay que transmitirles, en forma comprensiva y de acuerdo con la edad, los objetivos de la tarea de aprendizaje:

ü  Los motivos de aprendizaje que los alumnos pueden tener, hay que activarlos.

ü  Hay que estructurar el proceso de aprendizaje de forma adecuada, desde el punto de vista didáctico y metódico.

ü  Debe existir la posibilidad de que todos los alumnos experimenten éxitos de aprendizajes.

ü  No hay que orientar el rendimiento en contra de los compañeros, sino sólo con respecto a la materia de estudio.

ü  La presión de rendimiento provoca angustia, sobre en los alumnos más débiles y por tanto hay que rechazarla como algo que no es pedagógico.

ü  La motivación es el primer recurso pedagógico. El profesor que sabe motivar a los estudiantes, suele alcanzar los objetivos que se propone. En cierta medida, el rendimiento escolar "éxitos y fracasos", es consecuencia de la calidad de la motivación.

Tipos de alumno según la motivación

De acuerdo a Pila (2012), los tipos de alumnos según la motivacion son:

·         Alumnos que no necesitan de muchos estímulos motivacionales.

·         Alumnos que necesitan motivos poderosos para centrarse en los estudios.

·         Alumnos estables en su dedicación a los estudios.

·         Alumnos que no se impresionan por los medios que motivan a la mayoría de clase.

·         Alumnos fácilmente motivarles, pero sin constancia; decrece en ellos el interés a medida que se van avanzando en el desarrollo de los temas.

La motivación estudiantil

De acuerdo con Martin (2015), la motivación estudiantil, es considerada como un proceso dentro de un contexto que implica el establecimiento de metas y que determina el uso de estrategias de aprendizaje y en gran medida el rendimiento de los estudiantes. Está constituido por tres componentes fundamentales que son el componente de expectativa, el componente de valor y el componente de afecto, relacionados cada uno con la capacidad, el interés y la emoción de los estudiantes respectivamente.

Considerando la motivación estudiantil como la razón que inclina a hacer algo o a no hacer algo, nos encontramos con uno de los problemas más comunes y complejos dentro de las diferentes, en cuanto a la actitud que tienen los estudiantes hacia la educación y lo que ésta conlleva, el cual influye, en la manera en la que los mismos ponen en juego estrategias de aprendizaje y que determinará en gran medida sus rendimientos académicos.

La motivación estudiantil activa y mantiene la conducta hacia la consecución de las metas y para ello, el proceso motivacional utiliza expectativas, afectos y atribuciones. Los estudiantes que están motivados se comprometen más fácilmente con cualquier actividad, muestran mayor atención durante los aprendizajes, toman apuntes para mejorar el estudio, organizan y preparan los materiales de aprendizaje, son capaces de evaluar su nivel de comprensión y además serían capaces de pedir ayudar con más frecuencia que otros estudiantes. (Martin, 2015, pág. 15)

Como afirma Tapia (2014), el contexto escolar, definido y controlado en gran medida por la actuación del profesor, afecta de modo importante a la forma en que los estudiantes se enfrentan a su trabajo en el aula.

No es lo mismo comenzar una clase planteando un interrogante que despierte la curiosidad, que pedir a los alumnos directamente que saquen los libros y comiencen a leer, o decir "hoy nos toca el tema..." y empezar después una exposición de tipo magistral, o señalar que deben prestar atención porque el contenido de la clase aparecerá en la próxima evaluación. (Tapia, 1997, pág. 4)

 “Los contextos creados por los profesores interactúan con algunas características personales de los alumnos que afectan a su motivación.” (Tapia, 1997, pág. 4)

 “Para saber cómo motivar a nuestros alumnos es preciso conocer qué es lo que ocasiona que estén más o menos motivados por aprender. Para esto, lo mejor es observar lo que hacen y dicen en situaciones de aprendizaje concretas.” (Tapia, 1997, pág. 7)

 “Hay alumnos que sólo se sienten motivados para el aprendizaje cuando obtienen recompensas, que van desde el elogio hasta el incentivo o premio más o menos valioso.” (Tapia, 1997, pág. 9)

Los contextos creados por los profesores no motivan o desmotivan por sí solos. Por ejemplo, si un docente dice a sus estudiantes: "Van a realizar los problemas que tienen en el texto. Habrá un premio para los 3 alumnos que terminen primeros." Esta frase puede significar un incentivo importante para los alumnos competentes entre cuyas principales metas está el ganar a los demás. Por el contrario, puede desmotivar a los alumnos que tienen una valoración muy mediocre de sus propias capacidades y unas expectativas de éxito bajas, y cuya meta prioritaria es evitar quedar mal frente a sus compañeros. Tapia (2014)

El clima motivacional en el aula es modificado mediante las pautas de actuación del docente frente a sus estudiantes. Esto se refleja en la representación que los alumnos se hacen con respecto a qué es lo que espera el profesor de ellos y qué consecuencias tendrá su actitud de motivación o desmotivación en el desarrollo de la clase. Tapia (2014).

Tapia (2014) afirma que, para hacer posible un diagnóstico certero que permita asumir nuevas formas de actuación más efectivas para despertar la motivación y el interés de alumnos y alumnas, es necesario tomar en consideración las siguientes pautas:

1.      Características del alumno o su perfil motivacional.

2.      Pautas de actuación docente.

3.      Interacción dinámica (Docente-Alumno).

4.      El clima de la clase.

5.      Duración de la intervención.

Tabla 1

Coordenadas que condicionan el cambio motivacional

Estrategias que ayuden a motivar a los estudiantes en clase.

El Juego Didáctico como estrategia de enseñanza y aprendizaje

La importancia de utilizar  estrategias radica en que no se debe enfatizar en el aprendizaje memorístico de hechos o conceptos, sino en la creación de un entorno que estimule a alumnos y alumnas a construir su propio conocimiento y elaborar su propio sentido dentro del cual el profesorado pueda conducir al alumno progresivamente hacia niveles superiores de independencia, autonomía y capacidad para aprender, en un contexto de colaboración y sentido comunitario que debe respaldar y acentuar siempre todas las adquisiciones. (Chacon, 2015, pág. 21)

Las estrategias deben contribuir a motivar a los niños y niñas para que sientan la necesidad de aprender. En este sentido debe servir para despertar por sí misma la curiosidad y el interés de los alumnos, pero a la vez hay que evitar que sea una ocasión para que el alumno con dificultades se sienta rechazado, comparado indebidamente con otros o herido en su autoestima personal, cosa que suele ocurrir frecuentemente cuando o bien carecemos de estrategias adecuadas o bien no reflexionamos adecuadamente sobre el impacto de todas nuestras acciones formativas en el aula.

Un juego didáctico debería contar con una serie de objetivos que le permitirán al docente establecer las metas que se desean lograr con los alumnos, entre los objetivos se pueden mencionar: plantear un problema que deberá resolverse en un nivel de comprensión que implique ciertos grados de dificultad. Afianzar de manera atractiva los conceptos, procedimientos y actitudes contempladas en el programa. Ofrecer un medio para trabajar en equipo de una manera agradable y satisfactoria. Reforzar habilidades que el niño necesitará más adelante (Chacon, 2015)

Aprendizaje cooperativo

El aprendizaje cooperativo aumenta la motivación hacia el aprendizaje escolar Podemos definir la motivación hacia el aprendizaje como el grado en que los estudiantes se esfuerzan para alcanzar las metas académicas que perciben como importantes y valiosas. Consta de una serie de elementos: sentimientos de orgullo y satisfacción por el buen rendimiento, planificación, procesamiento de la información, búsqueda de nueva información y conceptualización del conocimiento, ausencia de ansiedad y de miedo al fracaso, etc. (Otero, 2012)

El docente puede cambiar su forma de trabajo con los estudiantes dándoles la oportunidad de participar en talleres pedagógicos y exposiciones acordes con su edad y de esta manera lograr la creatividad, el compañerismo y mejorar el proceso de enseñanza aprendizaje. (Verónica, 2012, pág. 5)

Modelo Pedagógico.

El modelo pedagógico dentro de una institución es sumamente importante, ya que dentro de este se encuentra plasmada las visiones sintéticas de teorías y enfoques pedagógicos que ayudan a la orientación del docente para la planificación de sus programas de estudio. Con respecto a aquello Gómez & Polanía (2008) mencionan que:



Un modelo pedagógico son patrones conceptuales que permiten esquematizar de forma clara y sintética las partes y los elementos de una práctica pedagógica, o bien sus componentes” (p.6).



También un modelo pedagógico debe tener un enfoque: Tradicional, Conductista, Romántico, Cognitivo, Social. En esta ocasión se centrará básicamente en el modelo tradicional, ya que es este modelo forma parte indispensable de nuestra investigación. 



Para J.M. Esteve, citado por Arias (2004), “La calidad del sistema educativo reside en la motivación de todos y en especial de los docentes” Por ende, si no existe motivación por parte de los docentes, estos no podrán transmitirla a sus estudiantes. El que por un lado los mismos docentes que buscan motivar a los estudiantes se muestren desmotivados no es un precursor adecuado para alcanzar la motivación, ni manda las señales correctas a los alumnos.

Según este mismo autor, la desmotivación de los docentes se debe a varios factores, entre los cuales se han rescatado, los considerados más importantes y relacionados con la realidad educativa ecuatoriana:

·         La formación docente no ha sufrido cambios sustanciales, respecto a los cambios vistos en el mundo.

·         El prestigio social de los docentes ha disminuido.

·         Los alumnos cuestionan la autoridad de los docentes.

·         Las familias aluden sus responsabilidades en la educación de sus hijos.

·         La falta de recursos y materiales didácticos.

Estos factores en relación a distintas situaciones sociales, generan un malestar y desmotivación en el docente, lo cual merma sus capacidades y su condición para realizar un buen ejercicio docente.

¿Pero en qué sentido esto afecta a la motivación en los estudiantes? Para responder a esta pregunta se ha recurrido a un estudio realizado por Melchor Gutiérrez y Amparo Escartí, respecto a la influencia de padres y profesores en la motivación de los adolescentes en el área de educación física. De acuerdo a este estudio existen dos clases de orientaciones a la meta, la que están basadas en la orientación a la tarea, y las que están orientadas al ego del docente o padre, esta segunda es la búsqueda de aceptación y reconocimiento del adolecente por parte de docentes y padres.

Varios trabajos recientes han demostrado que, tanto en el contexto del deporte de competición como en el ámbito de la educación física, los otros significativos, en este caso adultos significativos del entorno de los adolescentes, padres, entrenadores y profesores influyen de modo directo e indirecto sobre las metas de logro que éstos adoptan. (Gutiérrez y Escartí, 2006)

Este estudio se realizó sobre 975 adolecentes, en los cuales se demostró que existe una correlación positiva entre la correlación al ego de los adolescentes y la correlación al ego de los padres.

Otros estudios que plantean de forma lateral la influencia que puede ejercer el docente en la mentalidad, motivación y auto concepto de los estudiantes son; el experimento Pigmalión realizado por Jane Elliot, o la teoría de la indefensión aprendida de Martin Seligman. 



Eccles citado por Universidad de Sevilla (2005), sugiere que la falta de ajuste entre el ambiente de la institución secundaria y las necesidades de las personas adolescentes, contribuye a un cambio negativo observado en la motivación. El personal docente se vuelve más controlador cuando las personas requieren más autonomía y las relaciones interpersonales se transforman en más distantes cuando se necesita de más apoyo.



Por otro lado, Neranjo (2009) sostiene que “En el plano educativo, la motivación debe ser considerada como la disposición positiva para aprender y continuar haciéndolo de una forma autónoma”. Es decir que para que el éxito educativo se dé, debe existir la motivación por parte del estudiante. Si este (el estudiante) esta desmotivado será incapaz de sostener del desarrollo de las actividades significativas y tomar una acción efectiva en la dirección y mantenimiento de las metas educativas.

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